
Para ordenar los elementos de la escena podemos utilizar figuras geométricas, líneas y puntos de fuga, pero el sentido del orden es una auténtica capacidad artística.
En fotografía, como en pintura, el orden de una composición es conveniente pensarlo en dos dimensiones, que es como será ejecutado al final, aunque representemos espacios tridimensionales.
El equilibrio
Diremos que una composición está equilibrada cuando dos objetos que se encuentran en distintas partes del encuadre tienen entre sí una relación armónica. Cualquier figura concreta o cualquier mancha abstracta tiene un «peso» que viene dado, fundamentalmente, por la posición, la forma, el tamaño, el color y su configuración.La posición

El tamaño
A mayor tamaño de una figura corresponde mayor peso visual. Idealmente, el motivo principal debe de ser el de mayor tamaño, excluido el conjunto del fondo.La forma y la textura

El color
En general los colores cálidos, los oscuros y los tierra pesan más que los colores fríos, los claros y los saturados o puros.Para lograr el equilibrio de color entre dos tipos cromáticos de diferente peso visual, se aumentará proporcionalmente el tamaño de las formas correspondientes al tono más ligero.
El equilibrio perfecto

Para romper la uniformidad, se puede sustituir una de las figuras por otras dos menores, cuyas áreas sumadas equivalgan al área mayor. La composición gana en variedad.
También es posible contrarrestar el peso de la una figura con el tamaño y posición de una segunda. La composición se vuelve más dinámica y activa.

Cuando hay más de una figura el espacio que se encuentra entre ellas también tiene una forma, que podemos determinar de antemano, junto con su tamaño y proporciones en relación a los objetos. Una composición está bien equilibrada cuando los espacios libres están proporcionados con respecto a las formas. Las formas deben estar proporcionadas teniendo en cuenta la superficie que ocupan en el encuadre.
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