Apéndice
Muy bien, de acuerdo, ya tenemos una guía para componer, pero ¿cómo hacemos para analizar nuestras fotos, o las de otros, desde el punto de vista compositivo? Trataremos de mirar nuestras fotos, y las de los demás, de una manera lo más objetiva posible, sin complacencias ni espíritu destructivo.Habría que empezar por un primer vistazo general, la primera impresión que nos da la foto y ver qué tema trata y a qué género pertenece: retrato, paisaje, edificios, eventos, callejera o bodegón.
A continuación nos fijaremos en el encuadre, si es adecuado o no para lo que se pretende (en primera instancia). Si dominan las líneas horizontales, o verticales, o el motivo está centrado, y eso se compadece con el encuadre elegido. Además, podemos mirar el tipo de plano, y lo que esto nos dice sobre la foto.
Observaremos el objeto principal, si ocupa un área grande o pequeña, si el objeto y el fondo tiene una relación armónica, o si por el contrario uno domina sobre otro, potenciando o haciendo perder parte del mensaje, y si hay algún objeto secundario que predomine o no.
Veremos si el motivo de la foto está completo, o no, y qué implica eso para la interpretación de la foto, y en si los elementos secundarios son muchos o pocos, si la foto es simple o compleja.
Distinguiremos, a continuación, los elementos elementales: punto, línea, forma, luz, tono, color, textura y patrones, y cómo están distribuidos.
Si los hay, también debemos fijarnos en los ejes y su distribución, y si hay líneas diagonales que guíen la vista hacia algún lugar.
Debemos, también, advertir si la foto tiene una representación espacial o no, y si la tiene cómo la consigue: posición de la línea del horizonte, superposición, perspectiva geométrica, aérea o del color, franjas o diagonales.
Analizaremos si los elementos utilizados están ordenados, si están dispuestos de manera atractiva, si hay distracciones, si hay elementos secundarios importantes. Atenderemos al equilibrio, la posición, el tamaño, la forma, el color, la forma y la textura.
Estudiaremos si la composición es compleja o simple, uniforme o variada, estática o dinámica, clara o dispersa. También, si hay alguno de los esquemas compositivos elementales: diagonales, en equis, responde a la sección áurea, o si la composición es simétrica o asimétrica. Si es simétrica qué tipo de simetría tiene: axial, radial, balanza; si es asimétrica cómo logra la compensación de masas.
Veremos, si lo reconocemos, si la composición se ajusta a alguna composición clásica en la historia del arte.
También observaremos las luces y en el equilibrio entre las zonas claras y las oscuras, cómo están dispuestas, si tiene pantallas o no, los contrastes, el volumen que dan a los objetos, etc.
Si estamos ante un retrato miraremos, además, la pose, el gesto, qué se ha incluido, los detalles que acompañan, el fondo, la armonía de todo, etc. Si es un retrato formal, si incluye aquellos elementos que deben aparecer y con qué importancia. Si es un retrato en grupo la distribución, la pose, la relación entre los retratados y el entorno.
Si estamos ante un paisaje habrá que ver qué tipo de paisaje es: natural, urbano, rural, un pequeño rincón o un gran espacio abierto. Además de las consideraciones espaciales y los puntos, líneas, etc., miraremos si es un paisaje objetivo o subjetivo, la nitidez, la luz, las texturas, el relieve y los colores. Buscaremos qué elemento del paisaje se está potenciando, y qué relación establece con el resto, cuál es el centro de interés principal, y cuáles los secundarios y qué importancia tienen, y si hay elementos humanos o animales o no.
Si de edificios hablamos miraremos si se trata de una fotografía objetiva, subjetiva, turística, si el edificio es histórico o moderno, cuál es el punto de vista, si destacan los detalles, las líneas, los volúmenes, las sombras, la luz, los colores, las texturas, etc.
Si son interiores buscaremos la creación del espacio interior, el balance de luces y sombras, y la disposición de los elementos.
En el bodegón, además, nos fijaremos en cuál es el objeto principal, qué elementos aparecen: formas, luces, colores, texturas, el fondo, los contrastes entre el objeto principal y los secundarios, el espacio, y, sobre todo, qué nos dice.
Al final, trataremos de determinar qué es lo que se quiere transmitir y si se consigue, y cómo se consigue.
Consejo final
El análisis de una foto, o cualquier obra de arte, tiene que tener en cuenta muchos aspectos, y no conviene abordar su estudio a matacaballo, si no con un cierto orden, siguiendo un esquema, y hasta una plantilla que nos ayude a ver y ordenar lo que tenemos que tener en cuenta. Luego, a la hora de presentar la crítica, podemos reordenarlo de otra forma, para comunicarlo de una forma más atractiva, pero ya sabiendo lo que queremos decir.
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