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Perspectiva y líneas de fuerzas |
Los esquemas compositivos pueden ser tan complicados como queramos, o podamos, imaginar. No obstante, hay algunos esquemas clásicos que se repiten con frecuencia: las composiciones simétricas, con un eje en el centro; las diagonales, con una diagonal que cruza el encuadre de parte a parte, en equis, con dos diagonales opuestas; triangulares; la simetría de la balanza, con un eje mayor en el centro y dos menores, generalmente con forma triangular, a cada lado; la compensación de masas; la simetría radial; el equilibrio de colores, patrones, disposiciones rítmicas, especialmente eficaces cuando uno de los elementos no lleva el ritmo; los motivos enmarcados, etc. Todos ellos son esquemas clásicos que podemos encontrar en muchas obras de arte.
Existen, además, esquemas compositivos clásicos vinculados a determinados temas y que se repiten a lo largo de la historia, como por ejemplo los atributos que acompañan a los santos, los reyes y los mitos clásicos, las inmaculadas, que fijaría Murillo, las últimas cenas, como la pintara Leonardo, las anunciaciones, o las tres gracias, que desde el tiempo de los romanos son tres jóvenes desnudas abrazadas en círculo.
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Proporciones áureas |
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Composición en X |
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Composición simétrica en balanza |
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Composición diagonal |
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Composición triangular y diagonal |
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Composición con patrones regulares |
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Composición rítmica |
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Tipo de las tres gracias (Cárites) |
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